La importancia de estos cuerpos de agua pasa muy desapercibido en el día a día, pero ante su ausencia la vida como la conocemos no sería posible. Gracias a sus diversos servicios ecosistémicos, los humedales colaboran enormemente con el ciclo del agua, siendo sustanciales en la mantención de flora y fauna a su alrededor.
En simples palabras, los humedales son ecosistemas enormemente diversos, esenciales para mantener el ciclo del agua. Como antecedente, es importante mencionar la existencia de la Convención Ramsar, un acuerdo internacional que tuvo lugar en Irán el año 1971. El objetivo de dicha junta internacional era promover la conservación y uso racional de los humedales, siendo una herramienta importante para unificar criterios en torno a este fundamental ecosistema para la vida en la tierra.
Según Ramsar, un humedal corresponde a ‘’las extensiones de marismas, pantanos y turberas, o superficies cubiertas de aguas, sean éstas de régimen natural o artificial, permanentes o temporales, estancadas o corrientes, dulces, salobres o saladas, incluidas las extensiones de agua marina cuya profundidad en marea baja no exceda de seis metros”. De acuerdo a esta definición, podemos decir que incluso ríos y lagos pertenecen al grupo de humedales, información que mucha gente ignora al escuchar la palabra. No sólo son humedales los pantanos o ciénagas, sino que también lo son cuerpos de agua como algunas playas de nuestro litoral.
¿Por qué son importantes los humedales? Porque prestan servicios ecosistémicos básicos para la vida en nuestro planeta. Proveen agua y alimentos, regulan el clima y la erosión de las tierras, forman parte de nuestras culturas y religiones, y son un apoyo a la formación de suelo fértil ayudando al ciclo de nutrientes. Es por eso que la protección y conservación de los humedales, no sólo en Chile sino que alrededor del mundo, es una tarea indispensable para sostener la vida en nuestro planeta y contribuir al rescate del medio ambiente.
Chile es un holgado y estrecho país con costa a lo largo de todo su territorio, por lo tanto no es un misterio que podamos encontrar humedales en diversas latitudes, alturas o climas. Humedales costeros como Carrizal bajo, ubicado en la región de Atacama, donde viven diversas especies de reptiles, mamíferos y aves; humedales continentales como el famoso Salar de Atacama en la región de Antofagasta, en donde habitan los famosos flamencos o parinas; y los afloramientos subterráneos como las Ciénagas del Name, región del Maule, que son el hogar de decenas de aves, entre ellos los cisnes y las garzas.
